ESPERANDO ¿A...?
Tuve miedo de enfrentarme
al silencio ignoto
del folio en blanco,
pero cada vez ansío más
estar cerca de aquello
que me retuerce el estómago.
Todos los días esperando,
como Godot, casi sin sentir el tiempo
deslizándose por los años.
¿Será el abrazo divino
lo que tanto anhelan mis pasos?
¿O es que ni el abrazo a la fe
puede superar las grietas del destino?
Yo, como el mundo, solo me siento
en giro; inmutable condición,
providencia del sino.