cuando nazca
Nací de un útero,
pero me siento parida por miles.
Me veo gestada por las manos
de mujeres que me sonríen
como si yo también
fuese parte de ellas,
de su intimidad,
de su supervivencia.
Me veo gestada en los ojos
decaídos de ancianos,
tristes e indecisos
frente al ocaso del tiempo,
en solitarios bancos
de carreteras perdidas;
ellos también son mi madre,
me amamantan cuando lloro
y acompañan mi mirada
con las suyas,
esas tan perdidas
por el paso de los años,
esos que ya no cuentan.
Me veo gestada por las madres
de mis compañeras,
que también son mi madre:
saben cuidarme donde yo
no sospecho estar rota,
y ellas, mi Madre, sólo ellas
escuchan por debajo
y por encima de este ruido
y este silencio infinito;
sólo ellas son capaces
de mutilarme a gritos
y no sentir rabia,
porque son mi madre,
porque me acogen
junto a lo inevitable y me dicen
- encontrarás piernas,
brazos y manos que te quieran
siempre cerca, y nunca,
nunca, nunca,
sentirás la soledad -.
Ellas son mi Madre.