FRESNO, PALOMAR, RAÍZ

 

He levantado los ojos

puestos hacia el abismo

y he encontrado una 

grieta, brecha del

alba.

Me susurran las palomas: 

se van a ir.  

-¿Quiénes?- pregunto; 

nunca hay respuestas

ante el acontecer futuro.  

 

 Hoy el fresno huele

a hielo, a pulmones

que no se hartan de mirar

aquella copa llena de nidos

para tanta desesperación,

como la mía, fumando

la vida en una bocanada

de llanto. 


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