ESPERANDO ¿A...?
Tuve miedo de enfrentarme al silencio ignoto del folio en blanco, pero cada vez ansío más estar cerca de aquello que me retuerce el estómago. Todos los días esperando, como Godot, casi sin sentir el tiempo deslizándose por los años. ¿Será el abrazo divino lo que tanto anhelan mis pasos? ¿O es que ni el abrazo a la fe puede superar las grietas del destino? Yo, como el mundo, solo me siento en giro; inmutable condición, providencia del sino.