FRESNO, PALOMAR, RAÍZ
He levantado los ojos puestos hacia el abismo y he encontrado una grieta, brecha del alba. Me susurran las palomas: se van a ir. -¿Quiénes?- pregunto; nunca hay respuestas ante el acontecer futuro. Hoy el fresno huele a hielo, a pulmones que no se hartan de mirar aquella copa llena de nidos para tanta desesperación, como la mía, fumando la vida en una bocanada de llanto.